Thursday, November 4, 2010

CON LA NOVEDAD MI CORONEL…



                                                                                                                                                           
Con la novedad mi coronel que  hoy sí estamos jodidos. Como es de conocimiento general,  mi coronel, ya no podrán ascender a general algunos oficiales, ya que de ley van a descubrir que estuvieron detrás de la asonada, mi coronel.
Todo mal mi coronel. Que hicimos lo encomendado, alborotamos a la tropa; es decir les pusimos trompudos en contra del Presidente, y como ya sabemos que el otro también se pone trompudo enseguidita le dicen algo, pues ahí aprovechamos y se armó el zafarrancho mi coronel. Que por primera vez nos declaramos en huelga, ¿o en paro se dice, mi coronel?, y nadie a trabajar. La ciudad en vilo, y ahí que aprovecharon los choros para hacerse su agosto en septiembre. Están agradecidísimos con nuestra institución. El policía es nuestro amigo, dicen.
La jugada nos salió bien al principio,  el Presidente, solito, sin que le digan nada,  se internó en el hospital de nuestra Institución, a curarse la rodilla que ya estaba curándose, pero que de nuevo tocará que le atornillen, mi coronel. Es más, hasta se asfixió con gases que por ahí asomaron de la nada. Si estos de la tropa han sido unos ayayayay  cuando se enojan. Le dijeron y le hicieron de todo. Con decirle que hasta me ruboricé de tanto agravio. Nunca había visto a mis colegas tan fuera de órbita. Yo creo que les pusieron harto azufre en el desayuno, sino no se explica tanta rabia policísitica, mi coronel. Incluso desconocimos a nuestra cúpula. Más claro, ni qué Rambos.
Ahí le retuvimos por algunas horas, hasta que un gentío se acercó a dizque rescatarlo, pero como buenos chapas que somos, les dimos su estate quieto, mi coronel. Y el Presidente nada que quería negociar; bravísimo estaba; decía que estaba secuestrado, como que tenerle ahí adentro del hospital guardado y rodeado de los colegas fuera secuestro. Si firmaba le dejábamos ir, pero no se pudo mi coronel. Y lo peor llegó en la noche; no ve que los militares y algunitos de las fuerzas especiales de la misma policía, que aparecen y que quieren rescatar al Presidente. Nosotros les recibimos cariñosamente a plomo; pero igual se lo llevaron, mi coronel. Una  balacera ni qué Hollywood, una guerra ni qué Éspoli vs Nacional. Chapas versus milicos, ¡pum pum pum!
¿Y ahora, qué será de hacer? Porque si emitimos el rumor de que fue un autoatentado, y que él solito se lanzó las bombas para subir en la popularidad, capaz que nadie nos cree, mi coronel. Lo que es seguro es que van a marchar algunas cabezas, y ahí sí, no hay medallitas que nos salven.
Los únicos que nos agradecen la insubordinación son los choros, mi coronel. Les fue de película ese 30 de septiembre; es más, ya están pidiendo uniformes del Regimiento para colaborar con la causa. Que nos admiran dicen, que ni ellos han robado de forma tan magistral las cámaras de fotos o de video como nosotros, mi coronel.
Lo malo de todo esto es que la gente ahora nos ve peor que antes. Hasta el 30 del mes pasado sólo nos decían chapas hijos de tales , ahora nos dicen de todo, ni la abuela se salva, mi coronel.  Incluso el perro sale insultado. Con decirle que hasta mi hijo en la escuela me había negado, mi coronel. Cuando le preguntaron qué en dónde trabaja su papá, el guambra ha dicho que este servidor labora de mesero en un cabaret, mi coronel. Y eso sí ya me puso mal.
Este ha sido todo el reporte del que me acuerdo, mi coronel. Me despido de Usted, con los más altos sentimientos de ya nos fregamos, ya nos jodimos, y ya nos hicieron marchar, mi coronel.

No comments:

Post a Comment