Saturday, November 20, 2010

Miami esconde a sus pordioseros.

Para que  los  turistas  no sean   importunados  por  los  limosneros  que por cientos  deambulan solicitando dinero por  la  zona comercial del  centro  de  la ciudad, los  Comisionados  de Miami  han  tomado  por unanimidad   la resolución de acabar con los  pobres desamparados sin hogar  ni  fortuna,  imponiéndoles  multas  o llevarlos a  la cárcel  si la policía  los  sorprende  en  tal actividad.
Es  como  el  cuento  del  marido  burlado, que  sorprende a  su  esposa  acostada en el sofá  de la  sala  con el  amante y en vez  de  botar a  su mujer a  quien  bota  es  al  sofá. La solución  de  los  Comisionados  de  Miami  no es  resolver  el  problema  social  que  representan  los  desamparados, sino  prohibirles que  anden  por  las  calles  de la  ciudad  solicitando ayuda por  caridad.   Da vergüenza  que  con tantos  rascacielos y apartamentos de lujo  que tiene  Miami,  por  cada  uno  de ellos  haya un centenar  de  mendigos pidiendo  en las  calles  una  peseta  para  comer. Persiguiendo a  los  miserables  con  la  policía no  se  acaba con-  la miseria,  digo  yo.

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